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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este viernes que "la catástrofe es realmente grande" en la ciudad de Petrópolis, donde las fuertes lluvias han dejado al menos 120 muertos y decenas de desaparecidos.
"Lo lamentamos y pedimos a Dios que reconforte a todos los familiares. Haremos todo lo posible para minimizar el sufrimiento del pueblo brasileño", dijo Bolsonaro en la base aérea de Galeao, en Río de Janeiro, a unos 70 kilómetros de Petrópolis.
El mandatario, quien acaba de regresar de un viaje oficial que le llevó a Rusia y Hungría, sobrevoló este viernes en helicóptero las zonas afectadas por el destructivo temporal que ha azotado los últimos días a la antigua "ciudad imperial".
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Le acompañan varios de los ministros del Gobierno, entre ellos el de Defensa y el general Walter Braga Netto, quien informó que unos 820 miembros de las Fuerzas Armadas están desplegados en la región para ayudar a las víctimas.
Por su parte, el alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo, subrayó que aún continúan la búsqueda de más víctimas, ya "que todavía son muchas". Además, dijo que están trabajando para recuperar cierto grado de normalidad en el municipio.
Bolsonaro manifestó que entre las prioridades están "garantizar el retorno de la energía eléctrica, la recogida de basuras y el acceso de transporte. La situación es muy difícil", sentenció.
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Según datos oficiales, la tempestad que cayó entre la tarde y la noche del martes ha causado unos 120 fallecidos, decenas de desaparecidos y al menos 850 personas desalojadas de sus hogares. Además, 24 personas han sido rescatadas con vida.
El temporal produjo graves daños materiales y convirtió a Petrópolis, un destino muy turístico situado en la región serrana de Río, en un auténtico lodazal.
Según el Gobierno del estado de Río de Janeiro, fueron las peores lluvias en Petrópolis desde 1932.
En la tarde del jueves, una nueva tormenta provocó inundaciones en varios puntos de la ciudad, así como la evacuación de algunos barrios ante el riesgo de más deslizamientos de tierra.
