Bajo la "errónea creencia de que era transgénero" a los 12 años comenzó a tomar bloqueadores hormonales y testosterona sin una correcta evaluación psicológica.
"Le entregaron a Kayla el recetario y le permitieron que sus ingenuos, emocionales, infantiles y cambiantes sentimientos dictaran el supuesto 'tratamiento' que recibiría", dice la demanda contra el hospital Kaiser Foundation y cuatro médicos presentada el pasado 14 de junio en el tribunal estatal de California citada por El Tiempo Latino.
Lovdahl se sometió a una sola evaluación de transición de 75 minutos. Presuntamente los doctores dijeron a la familia que era "mejor tener un hijo vivo que una hija muerta".
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Se arrepintió pero las consecuencias son irreversibles
La joven dejó de identificarse como transgénero, a los 17 años; en retrospectiva considera que los médicos fueron negligentes y el proceso, que incluyó una mastectomía por lo que no podrá amamantar, fue "un abuso médico ideológico y lucrativo".
"Kayla no era transgénero y no era una persona que ningún médico razonable pudiera determinar que mantendría permanentemente una identidad transgénero", dice la demanda.
Junto a sus abogados, la joven acusa que el hospital y los galenos Lisa Kristine Taylor, Winnie Mao Yiu Tong, Susanne Watson y Mirna Escalante de no proporcionar un "consentimiento informado". Fue "una forma loca de abuso infantil", aseguran los apoderados.
Lovdahl pretende conseguir una indemnización al asegurar que el proceso le causó "profundas heridas físicas y emocionales y graves arrepentimientos".
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