Telma Bordonde, de 96 años, fue noticia en los principales medios de Argentina tras conocerse su solidaridad con la confección de mascarillas en medio de la propagación del covid-19

La abuelita reside en la localidad de 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires. Ahí vive con su familia postiza, conformada por Roxana Grimaldi, su esposo y dos hijos. Roxana la conoció cuando apenas tenía 6 años, de acuerdo a la nota que publica Noticias RT.

Telma interrumpe sus siestas desde la semana pasada para hablar con la prensa, que conoció su historia a través de las redes sociales.

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"No es para tanto", decía Telma, cada vez que era entrevistada desde su casa en 9 de Julio, donde cumple el aislamiento obligatorio dictado por el gobierno. "Apenas ayudo con algunos bordados", agregaba.

Ella residía sola, después de la muerte de su esposo, y su único hijo se encontraba viviendo en un pueblo a 200 kilómetros del suyo.

Su hija "portiza, Roxana, recuerda su niñez junto a Telma. Le tejía prendas y le cocinaba galletas cada vez que podía. "Así me compraba", bromea la mujer, ahora de 40 años, en diálogo con RT, y recordando de las necesidades que la abuela tenía.

Roxana creció y luego se casó, para mudarse a otra ciudad argentina. Fue en su segundo embarazo que decidió regresar junto a su familia a la localidad 9 de Julio.

Confección de cubrebocas

En abril de 2019, doña Telma Bordonde, con 95 años, se cayó en una de las calles del pueblo, ya no puede caminar como antes y tiene otras dificultades básicas. Su hijo no puede mudarse con ella, tampoco llevársela consigo.

"Vino una asistente social para meterla en un asilo estatal", rememora Roxana. "Ella no paraba de llorar, no quería irse". Entonces, en ese instante, como hace 35 años, las amigas cruzaron miradas y una frase terminó con la agonía de Telma: "Se viene a vivir conmigo".

Desde entonces, la familia de Roxana la cuida. "Nos cambió la vida. Tiene una muy buena energía, a pesar de su edad. Siempre está de buen humor y es muy ocurrente. Es el amor que le faltaba a nuestra casa", asegura.

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La abuela fue quien se ofreció a ayudar a Roxana en la confección de los tapabocas, que junto a otros vecinos las hacen para luego donarlas al hospital de la localidad 9 de Julio para la emergencia por covid-19.

"No le temo a la pandemia", suelta Telma desde su nuevo hogar. "Lo que será, será", resume, como un aforismo. Y asegura que no escucha noticias porque "todas son malas". Solo ve televisión cuando quiere mirar un partido de su equipo favorito, River Plate.