Portugal dejó de imponer desde este sábado la mascarilla obligatoria en espacios interiores, a excepción de residencias, hospitales y transporte público, aunque los médicos anticipan que en este último caso también pueda desaparecer en un plazo de dos o tres semanas.

"Creo que en el transporte público, dentro de relativamente poco tiempo, dos o tres semanas más, las mascarillas también dejarán de ser utilizadas"; señaló el viernes en declaraciones a EFE el presidente del Colegio de Médicos, Miguel Guimarães.

El experto considera que la medida llegó en un buen momento, cuando Portugal tiene a cerca del 95 % de la población vacunada; pocos ingresados graves y las temperaturas aumentan, por lo que hay menos actividad del virus.

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"Hay una conjugación de tres factores que nos permiten en este momento, en la mayor parte de las circunstancias; no tener que utilizar obligatoriamente la mascarilla"; dijo Guimarães, que explicó que la enfermedad está entrando en una "fase diferente" y dentro de poco será considerada "endémica".

En hospitales y residencias, donde hay personas más frágiles ya sea por enfermedades o por edad, el uso de mascarilla "sigue siendo altamente recomendado", recordó.

El Gobierno de Portugal avanzó con el fin de la mascarilla en exteriores a pesar de que la mortalidad por covid está todavía en 27,9 fallecimientos por cada 100 mil habitantes; por encima de 20, el nivel marcado como idóneo por las autoridades.

Es el "único factor negativo" consideró el representante de los médicos, que refiere que la cifra está bajando y la mayoría de los fallecidos actualmente son personas con otras enfermedades graves asociadas y a veces no está clara la causa final del deceso.

Con la retirada de la mascarilla, es "natural" que haya en un primer momento un aumento relativo de los contagios; aunque "rápidamente va a disminuir", señaló.

Vacunación estacional

El presidente del Colegio de Médicos cree que con la llegada del próximo otoño habrá que plantearse si se inocula una nueva dosis a las personas más susceptibles a la enfermedad y si esta vacunación pasará a ser estacional, como ya ocurre con la gripe.

"La Dirección General de Salud y los organismos internacionales nos ayudarán a definir cuál es el mejor momento para la vacunación anual", explicó.

Para ese proceso habrá que tener en cuenta si surgen nuevas variantes que puedan tener un comportamiento diferente o incluso resistencia a la vacuna.

En el caso de la subvariante ómicron XE, de la que aún no se han divulgado casos en Portugal; "todavía no hay informaciones suficientes para saber si puede cambiar la situación".

Portugal, con 10.3 millones de habitantes, acumula más de 3,7 millones de casos positivos y más de 22,000 fallecidos por covid-19 desde que estalló la pandemia.

La incidencia a 7 días estaba en 577 casos por 100 mil habitantes y con tendencia "decreciente"; según el último informe de líneas rojas de la Dirección General de Salud (DGS) y el Instituto Nacional de Salud (INSA), divulgado el pasado 13 de abril.

El país está en situación de alerta por la covid-19, el nivel más bajo de respuesta a catástrofes, hasta el 5 de mayo.

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