La catedral de Lima se volvió el domingo una enorme galería fotográfica con imágenes de los 6,500 muertos por covid-19 en Perú para celebrar una misa de honras, sin público por razones de bioseguridad, cuando el país cumple 91 días confinado por la pandemia.

El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, pidió recordar a los que murieron contagiados por el nuevo coronavirus y advirtió del riesgo de más muertes por el hambre, durante la ceremonia.

"Sería terrible que los muertos que vengan no sean por el coronaviris, sino por el hambre", dijo el prelado tras pedir orar por la memoria de las víctimas en la misa que fue transmitida en directo por la estatal TV Perú.

Todas las bancas y muros de la catedral lucían fotos con el nombre de los muertos por el nuevo coronavirus.

Durante el sermón, el arzobispo limeño criticó "un sistema de salud que está basado en el negocio, no en la dignidad y la solidaridad de la gente".

La misa en honor a las víctimas se celebró en el marco de la festividad del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo), que se celebra 60 días después del domingo de Pascua, que tuvo lugar por primera vez en Italia en 1246 y el Papa Urbano IV la expandió a toda la iglesia en 1264.

En Perú, las misas con público aún no están permitidas. El gobierno evalúa un protocolo de bioseguridad que presentó en mayo la Conferencia Episcopal para reanudarlas.

Perú es el segundo país de América Latina con más casos de covid-19: registra más de 225 mil contagios y cerca de 6,500 fallecidos desde el primer caso detectado en marzo.

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