"Recibí un informe de alguien que caminaba por la playa y me llamó diciendo: 'Aquí ha pasado algo raro'", explicó Bret Wolfe, administrador del refugio, quien ha estado monitoreando el agua rosada desde el pasado 30 de octubre.
En un primer momento, Wolfe pensó que podía deberse a la floración de algas, pero las pruebas de laboratorio descartaron esa hipótesis.
Ahora se cree que el causante del color del agua podría ser un organismo denominado halobacteria -un tipo de arqueas, u organismos unicelulares-, que prosperan en cuerpos de agua con altos niveles de sal.
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Sin embargo, anticipó Wolfe, que habría que esperar los resultados de los análisis de ADN. Actualmente, la salinidad dentro de la zona de desembocadura del mencionado estanque es el doble que la del agua de mar.
Tras aparecer fotografías del Kealia en las redes sociales, muchos curiosos han acudido al lugar para verlo por propia cuenta.
Las autoridades locales han pedido a la gente que no entre en el agua ni la beba, ni tampoco coma pescados procedentes del estanque.