Lo que hasta ahora se manejaba como la mejor arma contra el covid-19 parece no ser tan segura, según un estudio publicado el martes por investigadores de la universidad Florida Atlantic, Estados Unidos.

El informe publicado en el US journal Physics of Fluids detalla que las personas que usan viseras de plástico y máscaras con válvulas pueden rociar pequeñas gotas invisibles en un área extensa cuando tosen o estornudan, lo que demuestra que esos dispositivos son ineficaces por sí solos para prevenir la propagación del coronavirus.

Los investigadores de la universidad Florida Atlantic explicaron que usaron rayos láser horizontales y verticales para observar cómo pequeñas gotas de agua destilada y glicerina se propagaban de una cabeza de maniquí equipada con una visera de plástico o una máscara con un respirador de válvula.

Foto: tomada del twitter de @EricTopol

La visera inicialmente bloquea el paso de gotas, pero "las gotas expulsadas se pueden mover alrededor de la visera con relativa facilidad y propagarse hacia un área extensa", dijeron los investigadores.

En tanto, con la máscara con válvula, "un gran número de gotas pasan a través de la válvula sin filtro, lo que la hace ineficaz para detener la propagación del virus covid-19 si la persona que usa la máscara está infectada".

Foto: tomada del twitter de @EricTopol

Y las de tela...

Los científicos concluyeron que a pesar de la comodidad que ambos tipos de dispositivos ofrecen, las mascarillas de tela de calidad y las médicas, de diseño más sencillo, son preferibles en el esfuerzo para prevenir la propagación del virus.

Las autoridades sanitarias han desalentado el uso de las máscaras N-95 con válvulas porque, si bien protegen al usuario, esparcen más fácilmente el aire contaminado exhalado por una persona.

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