Corea del Norte está sufriendo los estragos dejados por la pandemia del coronavirus (covid-19) y el impacto económico ha generado una crisis alimenticia en el país asiático que busca medidas extremas para mitigar los problemas que se han generado a raíz de la escasez de alimentos, una de ellas es el consumo de carne de perro.

Las autoridades norcoreanas han ordenado a los funcionarios de varias regiones del país, para que compren perros de unos 15 kilos o más y los envíen a la región de Pyongyang, para abastecer a los restaurantes de esa ciudad y hacerle frente a la crisis alimenticia, según informó el medio coreano Daily NK.

El portal además, explica que el régimen no está pagando en efectivo por los perros, sino con promesas de recibir arroz o aceite de cocina proveniente de china, que serán entregados en octubre. Esta opción sería más atractiva que vender los animales a los restaurantes locales de cada región.

Comer perro no es una tradición exclusiva de Corea del Norte, sino también de varios países de Asia. (Foto: AFP)

Comer carne de perro, especialmente cuando el calor acecha, es una costumbre en la tradición culinaria de varios países asiáticos y especialmente en la península de Corea del Norte.

El consumo de carne de perro se produce alrededor de los tres días más calurosos de acuerdo con el calendario lunar, que caen este año entre el 17 y 27 de julio y el 16 de agosto.

Corea del Norte vetado de ayudas alimenticias internacionales

Aunque el régimen coreano ha aplicado estrictos controles por temor al coronavirus, se desconoce con precisión el alcance de las medidas en los restaurantes. Por el momento, Pyongyang no ha confirmado ningún caso de covid-19.

Desde finales del 2019, Corea del Norte ha solicitado a Estados Unidos, a organizaciones internacionales y casi a cada país con el que tiene relaciones diplomáticas, entre ellas naciones en Europa y en el sudeste asiático, que los ayuden con alimentos, destaca el Daily NK.

El llamado de asistencia alimentaria del gobierno de Kim Jong-il es inusual, advierten desde Corea.

El llamado de Corea del Norte representa un dilema para la comunidad internacional, la cual deberá decidir cómo hacer frente a un país al que acusan de tener un arsenal nuclear pero que enfrenta una grave crisis alimentaria.

Desde hace dos años, Estados Unidos puso fin a la asistencia alimentaria que brindaba a Pyongyang como resultado de la postura norcoreana sobre su programa nuclear.

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