"Solo sirve para tener sexo, mejor estaría muerta", esa fue una de las muchas frases que los trabajadores de un centro asistencial dijeron a una mujer indígena, quien murió dos días después de llegar al hospital por un dolor de estómago, pero antes de morir, grabó la penosa situación.
Se trata de Joyce Echaquan, una mujer indígena de 37 años, que fue víctima de racismo en un centro de salud de Canadá y, minutos antes de morir, optó por comenzar una grabación en vivo a través de Facebook para evidenciar el suceso.
"Tengo siete hijos que se encuentran sin madre, estoy triste. Estoy tan triste", se oye decir a Joyce, quien suplicaba por ayuda repetidamente, mientras los trabajadores le decían “¿has terminado de actuar como tonta? ¿ya terminaste?", "tomaste algunas malas decisiones, querida, ¿qué van a pensar tus hijos al verte así?”.
VEA: ¡Admirable! Campesino mexicano de 80 años se gradúa del colegio y planea estudiar en la universidad