Eran las 3:10 de la tarde del domingo 22 de mayo de 1960, todo parecía transcurrir normalmente para los residentes de la ciudad de Valdivia, La Perlas del Sur al centro de Chile. Pero aquello que parecía una fecha cualquiera, se convirtió en la fecha más terrorífica para el país sudamericano.
A las 3:11 de la tarde, Valdivia sufrió un megaterremoto, en un ruptura tectónica de proporciones nunca antes registradas en la historia de la humanidad. 14 minutos después -a las 3:25 de la tarde-, todo había acabado, pero la magnitud del desastre aún no había sido identificado.

Los estragos de una catástrofe
El epicentro del terremoto fue localizado en las cercanías de un pueblo de la Región de La Araucanía, al norte de la Región de los Ríos en donde se ubica Valdivia. El megaterremoto tuvo réplicas en otras partes del mundo, generó maremotos en el océano Pacífico y causó una erupción del volcán Puyehe, en la misma ciudad.
Los movimiento telúricos fueron detectados desde el sábado 21 de mayo de 1960, causando temblores en las zonas de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Aysén, con réplicas que se prolongaron hasta el lunes 6 de junio del mismo año.
La magnitud del megaterremoto dejó unos 2,200 muertos y más de 2 millones de personas damnificadas. La duración de la catástrofe fue de unos 14 minutos, con una magnitud de 9.5 en la escala de Ritcher, y con una profundidad de al menos 35 kilómetros, el más grande terremoto en la historia de la humanidad.

Un terremoto sin precedentes
La magnitud de este megaterremoto aún no ha sido superada a lo largo de estos 60 años. En ninguna parte del mundo se ha registrado un fenómeno como el de Valdivia aquella tarde del 22 de mayo de 1960.
Incluso, el tsunami que causó el terremoto en Chile tuvo consecuencias en Japón y en Hawai. La ruptura de este terremoto se propagó por una falla de casi mil kilómetros de largo por 200 kilómetros de ancho.
Este suceso como el de Valdivia y como muchos otros en el mundo, han reflejado la fragilidad humana que está propensa ante desastres naturales. Por eso, cada 22 de mayo cuando el reloj marque las 3:11 de la tarde en Valdivida, la población sabrá que no es un día cualquiera.
Así luce Valdivia en la actualidad


