Ser el país con más casos de coronavirus o covid-19, inclusive más que en el país donde se originó la pandemia, enciende las alarmas en cada rincón de Estados Unidos

Y los centros de detención migrante no son la excepción. Tal es el caso de Marcos y su mujer, quienes huyeron de Venezuela para buscar refugio en Estados Unidos, pero desde agosto de 2019 él espera en una prisión para migrantes.

"Si me toca el coronavirus, no la cuento", contó a la AFP por teléfono Marcos desde una prisión en el sur de Texas, desde donde denunció que vive en un espacio común con 100 personas.

Las autoridades no le dijeron nada pero se enteró por su abogada de que en el centro había dos contagiados.

"Yo no quiero que se me vaya a morir con esa enfermedad", dijo a la AFP su mujer, Osmary, de 42 años. "Yo quiero que el mundo se entere lo que está pasando en Estados Unidos con los migrantes".

En los centros para migrantes el coronavirus avanza exponencialmente en un momento en que la pandemia ha dejado más de 46 mil 583 muertos en Estados Unidos.

En las cárceles para migrantes que gestiona el Servicio de Inmigración (ICE) hay 287 casos, pero asociaciones de derechos humanos denuncian que hay más infectados sin reportar.

Casi imposible cumplir el distanciamiento social

El médico Jody Rich - epidemiólogo de la Universidad de Brown - explicó que en cualquier centro de detención es imposible mantener la "distancia social" para prevenir la enfermedad, porque es un lugar donde nunca hay más de dos metros entre dos personas.

Por su parte, autoridades de ICE señalan que debido a la naturaleza "sin precedentes" de la situación del covid-19 están revisando la situación "caso a caso".

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