El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza por la presencia de tics motores y vocales. Los tics son movimientos o sonidos involuntarios y repetitivos que los pacientes no pueden evitar realizar.

Los síntomas suelen aparecer en la infancia y suelen ser más frecuentes en los niños que en las niñas. Además, los tics motores pueden incluir movimientos como parpadear, mover la cabeza, mover los hombros, etc.

Los tics vocales pueden incluir sonidos como gruñir, gemir, toser, etc. Dichos pacientes con síndrome de Tourette también pueden tener tics mixtos que combinan movimientos y sonidos.

Síntomas del síndrome de Tourette

Aunque los tics son el síntoma principal del síndrome de Tourette, algunos pacientes también pueden tener otros trastornos asociados, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno de ansiedad.

El síndrome de Tourette es causado por una combinación de factores genéticos y ambientales. Se ha identificado una predisposición genética para el desarrollo del trastorno, ya que es más común en familias con antecedentes de tics.

Además, se ha observado que ciertas áreas del cerebro, como el sistema límbico y el sistema nervioso basal, están involucrados en el desarrollo de los tics.

¿Cuál es el tratamiento del síndrome de Tourette?

El tratamiento del síndrome de Tourette incluye terapia conductual y medicación. La terapia conductual se enfoca en ayudar al paciente a aprender a controlar sus tics mediante técnicas de relajación y de distracción. La medicación se utiliza para controlar los síntomas y puede incluir neurolépticos y antidepresivos.

De manera que, el síndrome de Tourette es un trastorno que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas que lo tienen. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, los pacientes pueden aprender a controlar sus tics y mejorar su funcionamiento en el día a día.

Es importante que las personas con síndrome de Tourette reciban apoyo y comprensión de su familia y amigos, así como de profesionales de la salud mental.