El empresario colombiano Álex Saab, detenido en Cabo Verde y acusado de ser testaferro del jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, interpuso una denuncia el pasado 7 de septiembre contra la policía de Cabo Verde.

Saab denunció que estaba sufriendo torturas por parte de guardianes del penal bajo orden de Estados Unidos, pero la Procuraduría del país africano negó el miércoles esa versión.

En un breve comunicado emitido en Praia, capital caboverdiana, la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que efectuó una visita sorpresa a la cárcel de la norteña isla de Sal donde se encuentra recluido el supuesto testaferro. El Ministerio Público realizó la diligencia luego de que la semana pasada Saab, en una carta publicada por el diario español El Mundo, denunciara que ha ''sufrido torturas de cuatro empleados nativos de Cabo Verde'' que Estados Unidos tiene en el penal.

El empresario alegó que esas ''torturas'' se le infligieron para que firmara ''la extradición voluntaria a Estados Unidos'' e hiciera ''declaraciones falsas contra el presidente Maduro y su familia''.

Sin embargo, la PRG señaló el miércoles que, tras la visita de dos procuradores y un funcionario de Justicia a la cárcel, el equipo concluyó que ''no hay indicios de que el detenido ha sido torturado''.

Y agrega: ''Por el contrario, existen fuertes indicios de que se ha estado automutilando dentro de la celda, lo que llevó a la dirección del establecimiento penitenciario a retirar el objeto personal utilizado a tal efecto'', subrayó la Procuraduría. Esta información también fue replicada por el expresidente Andrés Pastrana a traves de su cuenta de Twitter.

Señalamientos de Washington

Washington acusa a Saab de gestionar una vasta red que ha permitido a Maduro y su gobierno desviar la ayuda alimentaria a Venezuela en beneficio propio. 

"Utilizan la comida como forma de control social, para recompensar los apoyos políticos y penalizar a los opositores, en tanto embolsan centenares de millones de dólares gracias a varios asuntos fraudulentos", había denunciado en julio de 2019 el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, señalando que habría sanciones económicas contra Saab.

Dos meses más tarde, Washington había impuesto nuevas sanciones contra quince empresas vinculadas al empresario colombiano, incluidas en una lista negra estadounidense como "beneficiarias". 

Supuesto blanqueo de 350 millones de dólares

Washington también presentó cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares (unos 296 millones de euros) supuestamente defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.

Según Estados Unidos, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.

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