A pesar que el mundo atraviesa una situación de crisis por el coronavirus, niños y adolescentes, que llegan solos a la frontera de México y Estados Unidos, están siendo obligados a regresar a sus países de origen por orden de la administración de Donald Trump.

Los menores realizan, de manera solitaria, la travesía desde los países centroamericanos, entre ellos Honduras, y al momento de ser detenidos, solicitan asilo y son enviados a albergues, casas de crianza o correccionales de menores.

Estos jóvenes, son obligados a ir a audiencias en corte y en caso de que no acudan, la deportación sería inminente.

En tal sentido, la organización sin fines de lucro, The Marshall Project, ha investigado los casos de los niños refugiados ubicados en Nueva York, ciudad epicentro de la pandemia en Estados Unidos.

Los pequeños llegan a la frontera y son detenidos, antes de que vayan a corte-/Foto:Telesur

Sin embargo, el gobierno de Trump continúa su plan por deportarlos al mantener las cortes abiertas para que los menores no acompañados se presenten a defender su caso, sin dinero ni abogado.

En Nueva York, estas audiencias avanzan de manera acelerada debido al plazo que impuso el Departamento de Justicia de cerrar cada caso en menos de 60 días.

Cada menor se encuentra en cuarentena en distintos refugios y debido a ello pudieran no presentarse ante el juez de inmigración por no estar pendiente de las fechas de su audiencia.

El no realizar lo anterior, resultaría una orden de deportación hacia su país de procedencia.

Las audiencias antes mencionadas, se están llevando a cabo en ciudades como Los Ángeles, San Francisco, Seattle, Chicago y Boston; a pesar de la emergencia del covid-19.

De momento, la Oficina Ejecutiva para la revisión de Inmigración (EOIR) rechaza la solicitud de los jueces, fiscales y abogados para cerrar los tribunales del país durante la pandemia.