Los homicidios se redujeron en Centroamérica, una región asolada por las pandillas y corredor del narcotráfico hacia Estados Unidos, donde los altos índices de criminalidad son motivo de migración masiva y preocupación de los gobiernos.
Según cifras oficiales de los diferentes países, hubo 9,737 muertes violentas en 2022 comparadas con las 10,487 de 2021.
Realidad heterogénea
Mientras en algunos países la criminalidad aumentó, como en Guatemala o Costa Rica, en otros bajó, como en El Salvador o Panamá, indicó el académico de Sociología de la Universidad de Costa Rica (UCR), Rodolfo Calderón.
"El tema del tráfico de drogas es un problema común para todo Centroamérica", puntualizó el investigador.
Calderón destacó, por un lado, el Triángulo Norte compuesto por Guatemala, Honduras y El Salvador, un "ecosistema criminal que está dominado por un actor casi único que son las maras", afirmó el sociólogo.
Por otro lado están los países del sur de Centroamérica, Costa Rica y Panamá, donde los grupos armados "desorganizados" han sido enfrentados por sistemas policiales y judiciales más sólidos.
Nicaragua, por su parte, desde que comenzó la crisis política en 2018, no tiene datos "confiables" en cuanto a violencia y homicidios, señaló Calderón.