El medio nicaragüense citó a fuentes diplomáticas en Roma, para informar que Daniel Ortega rompió relaciones con la Santa Sede, tras lo manifestado por el papa Francisco en una entrevista al portal argentino Infobae, publicada el viernes 10 de marzo.

Según Confidencial, la representante del Gobierno sandinista ante la Santa Sede, Yara Suhyén Pérez Calero, comunicó "verbalmente" la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano.

La misma fuente informó que "al representante de la Nunciatura en Managua le dieron una semana para irse del país".

Se trata de monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, y quien está al frente de la misión diplomática vaticana, como encargado de negocios, desde inicios de marzo de 2022, publicó el medio de Nicaragua.

En la entrevista a Infobae, el pontífice calificó de "dictadura grosera" el régimen del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, tras la condena del obispo nicaragüense, Rolando Álvarez, a 26 años y 4 meses de prisión.

"Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio", aseveró Francisco, desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.

Monseñor Álvarez, crítico de Daniel Ortega, fue declarado culpable por delitos considerados "traición a la patria".

El líder religioso rechazó subirse a un avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, opositores, hacia Estados Unidos, por lo que Ortega lo tachó de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno".

"Dictadura grosera"

"Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas... Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas", afirmó el papa Francisco a Infobae.

El 21 de febrero el mandatario nicaragüense calificó de "mafia" a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.

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