El Salvador cumplió este domingo su segunda semana bajo Estado de excepción con más de 9 mil detenidos y la denuncia de Estados Unidos de la "criminalización" y "censura" a la prensa tras una reforma penal.
El Congreso de El Salvador, a petición del presidente Nayib Bukele, decretó un régimen de excepción que suspende varios derechos constitucionales a los ciudadanos, incluida la defensa y la no intervención de las telecomunicaciones sin orden judicial.
Además del régimen de excepción, el Congreso aprobó, a propuesta de Bukele, el endurecimiento de penas para pandilleros y avaló juzgar a adolescentes como adultos.
Estas medidas se adoptaron tras una escalada de violencia que se cobró la vida de más de 80 personas a finales de marzo y marcó el día 26 de ese mes como el más sangriento de la historia reciente salvadoreña con 62 asesinatos.
Bukele afirmó este domingo en Twitter que su llamada "guerra contra las pandillas" ha dejado "más de 9,000 pandilleros (detenidos) en solo 15 días".