El Salvador se encuentra en toque de queda desde el domingo, cuando el presidente Nayib Bukele determinó decretar la medida durante 30 días para evitar el contagio de coronavirus entre la población, luego de que se confirmara el tercer caso positivo en el país.
En ese sentido, todos los ciudadanos que permanezcan en las calles durante esté vigente esta medida serán llevados a prisión. No obstante, Bukele detalló que quedan excentos personal médico y sanitario, así como farmacias, supermercados y centros de atención de productos de primera necesidad.
En este último grupo, el mandatario salvadoreño incluyó a los empleados de negocios de ventas de alimentos, pues el decreto Ejecutivo indica que los trabajadores de las empresas de servicio de comida rápida podrán circular durante la cuarentena domiciliar obligatoria.
Esta medida fue habilitada en aras de la seguridad alimentaria que necesita el país en estos momentos, de acuerdo con las declaraciones de Bukele.