Dos familias costarricenses entregaron a las autoridades a sus hijos respectivos adolescentes por estar, supuestamente, involucrados en el asesinato de un joven universitario, Marco Calzada, de familia misionera católica, un caso que tiene conmocionado al país centroamericano.

A Calzada, de 19 años, lo asesinaron el sábado 2 de julio después de salir de un bar en la capital San José. Antes de las 10:00 de la noche, el joven reportó a su madre que iba camino a casa, pero nunca llegó, según informaron medios costarricenses.

Su cuerpo lo encontraron esa misma noche en un barrio capitalino y presentaba heridas de arma blanca en su cuello y abdomen. Las autoridades manejan que el móvil del crimen de Calzada fue el robo de su celular.

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Por el asesinato están detenidos cinco hombres, de los que dos son adultos y tres adolescentes de 14, 16 y 17 años, dos de ellos entregados por sus padres, informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

A los presuntos asesinos del joven los capturaron en Cartago.

Marco Calzada se graduó en 2021 y comenzaba a estudiar Ingeniería de Datos en la Universidad Lead.

Vida misionera

El joven participaba como misionero en el movimiento apostólico Schoenstatt y parte de sus actividades religiosas las hacía en Los Guido, distrito del cantón Desamparados de la capital San José, donde en Semana Santa interpretó a Simón de Cirene, durante una dramatización de la crucifixión de Jesús.

Durante la misa de cuerpo presente, el lunes 5 de julio, los padres de Calzada enviaron un mensaje de perdón a las personas que le arrebataron la vida.

"De verdad los abrazamos, como Jesús me enseñó, como Marco (hijo) me enseñó", dijo su padre en la misa de despedida, en la que también reflexionó sobre la necesidad de que las familias crezcan con la presencia de Dios.

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