En compañía de su esposa Jill Biden, el candidato demócrata, de 77 años, depositó un ramo de flores en el monumento de los caídos cerca de su casa. Ambos llevaban una mascarilla negra y ropa oscura.
A un centenar de kilómetros de allí, el presidente republicano, de 73 años, y su esposa Melania Trump participaron a su segundo homenaje a los militares del lunes, sin llevar mascarilla.
"Esto refleja nuestras divisiones: los dos partidos no se ponen de acuerdo en nada, ni siquiera en las medidas de salud pública", dice Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.
Ese contraste se debe en gran parte al tipo de partidarios de los dos candidatos, opina.
"Los demócratas tienen mucho apoyo entre las mujeres (…), y las mujeres se muestran ampliamente a favor de las medidas de distanciamiento social y al uso de mascarilla. Trump, sin embargo, recibe mucho apoyo de los hombres blancos, sobre todo de los obreros blancos. Y ellos consideran la mascarilla como una señal de debilidad", afirma Sabato.
El hecho de que la pandemia haya castigado más las regiones de mayoría demócrata, con una mortalidad más alta, según estudios de The New York Times y The Economist, tal vez influya también en las diferencias de percepción del peligro entre los seguidores de ambos partidos.
Tuit burlón
La imagen de Biden con gafas de aviador y una mascarilla negra que tiraba levemente sus orejas hacia delante fue tuiteada por Brit Hume, un editorialista del canal conservador Fox News, con un comentario burlón: "esto tal vez ayude a entender por qué a Trump no le gusta llevar mascarilla en público".