Estados Unidos afirmó este viernes, tras la muerte de tres misioneros en Haití, que la situación de seguridad en ese país "no puede esperar".
Además, subrayó que esa es la razón por la que el presidente, Joe Biden, ha reclamado el rápido despliegue de la misión multinacional de apoyo.
"Nuestros corazones están con las familias de los asesinados. La situación de seguridad en Haití no puede esperar", indicó un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, en inglés) de la Casa Blanca.
El crimen de los tres misioneros
Su comunicado llega después de que se conociera que el jueves fueron asesinados en Haití tres misioneros; entre ellos la hija y el yerno de un legislador de Estados Unidos, Ben Baker.
La hija de Baker, Natalie, y su marido, Davy Lloyd, se encontraban en el país ejerciendo como misioneros cuando fueron atacados por una banda armada.