La joven Stephanie García, de 23 años, fue asesinada a tiros por su pareja, quien luego se quitó la vida, en la casa que compartían en Texas, Estados Unidos, según informó Telemundo.

Según relataron sus familiares, recibieron una llamada desesperada de madrugada pero no llegaron a tiempo para salvarla y auxiliarla.

García mantenía una relación de pareja con su agresor desde hace cuatro años, según relató su abuela, María de Jesús Gaytán, en una entrevista con Telemundo 60.

La familia había detectado señales de violencia física, pero ella se negaba a abandonarlo. “Decía que lo quería”, lamentó la abuela.

La madrugada del 6 de abril la joven llamó a su madre pidiendo auxilio: “Mami, ayúdame, me acaba de disparar”, cuenta la abuela que dijo al teléfono.

García intentó calmar a su madre diciendo que estaba bien pero tenía miedo porque se desangraba por una pierna. En ese momento él le arrebató el teléfono. “Ya la voy a matar”, recordó.

Cuando la familia llegó al hogar, ubicado en la ciudad de Converse, al noroeste de San Antonio, el lugar estaba lleno de miembros policiales, porque ella había alcanzado a llamar a la policía.

Por su lado, la familia vio cómo la sacaban en una camilla gravemente herida, pero murió en el hospital.

El caso fue catalogado como de feminicidio-suicidio, indicó el sheriff del condado de Bexar, Javier Salazar.

Llamada de las autoridades

Los agentes recibieron una alerta a la 1:15 de la madrugada de una mujer que pedía auxilio tras recibir un disparo.

“Devolvieron la llamada, un hombre respondió y verificó que efectivamente le había disparó a una mujer dentro de la residencia y que su intención era dispararle nuevamente y luego suicidarse”, dijo Salazar, de acuerdo con el medio KSAT12.

Los oficiales escucharon disparos al llegar al lugar, por lo que entraron por la fuerza. Así, encontraron a García en el suelo del baño con múltiples heridas, y a su novio a su lado muerto de un balazo.

El hombre fue identificado como Ardel Julius Couch, de 26 años. “Le hizo mucho daño. Estaba demasiado golpeada, tenía muchos golpes, balazos en cada brazo y en los pies y en el estómago”, contó su abuela.

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