Un pequeño de 18 meses fue encontrado dentro de una jaula para perros, el pasado jueves 25 de junio, en una zona rural de Nashville, estado de Tennessee convirtiéndose así en uno de los descubrimientos más desgarradores.
La jaula estaba cubierta de heces, orina e insectos en una casa con más de 600 mil animales como ser serpientes, ratas, ratones, conejos y gallos. Ante este panorama, agentes de seguridad del condado de Henry arrestaron a la madre del niño y a dos personas más.
Además, se rescató a numerosos animales que no estaban recibiendo la atención adecuada y les confiscaron 127 plantas de marihuana y 17 pistolas, según un comunicado de prensa.
Por su parte, el bebé que estaba en condición de hambre fue entregado al departamento estatal de servicios para niños, señala La Opinión.
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Los sospechosos fueron identificados como Heather Scarbrough (42), la madre del niño; su pareja T.J. Brown (46) y el padre de él, Charles Brown (82).
Monte Belew, alguacil de la zona, informó a los medios que inmediatamente supo que algo andaba mal cuando él y su equipo entraron en la propiedad y tuvieron que “abrirse camino” a través de escombros, hierba y varios animales para llegar a la puerta principal.
“Al mirar por la puerta principal, pude ver a un niño en una perrera”, lamentó. “Obviamente, por el aspecto de la perrera, se podría decir que el niño estaba allí mucho”, aseguró.
Las pertenencias del menor que se encontraron, ropa y juguetes, estaban dentro de la jaula.
Posteriormente, Belew vio una serpiente no venenosa de unos 10 pies de largo arrastrándose alrededor de la jaula. “Podría haber sofocado fácilmente a ese niño si tuviera la oportunidad”, mencionó.
A su vez, se encontró siete serpientes más, 531 roedores, 86 gallinas y gallos, 56 perros, 10 conejos, cuatro periquitos, tres gatos, tres petauros (sugar gliders), un faisán y un geco.
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