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A raíz de la violenta agresión por parte de policías de Kenosha, Wisconsin, en contra de Jacob Blake y la muerte de George Floyd el pasado 25 de mayo a manos de policías en el condado de Minneapolis, Minnesota, en muchos de los estados de los Estados Unidos se han levantado protestas en contra del abuso de autoridad por parte de los agentes del orden.
Las agresiones de los agentes policiales han generado que la población estadounidense, principalmente los afrodescendientes, tengan un repudio hacia ellos. Tan así, que hasta las pandillas en algunos estados han instado a disparar en contra de los policías que saquen sus armas en vías públicas como una forma de intimidación.
Según alerto el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), al menos 30 pandillas del estado de Chicago habrían acordado disparar en casos que un policía apunte con un arma a cualquier sujeto en público, según información divulgada por la ABC.
El informe del FBI, que data del pasado 26 de agosto, señala que los pandilleros ya buscan y filman a agentes del orden para grabarles cuando saquen sus armas y abran fuego contra sospechosos, con la intención de difundir esos vídeos y atraer la atención de los medios.
El FBI mencionó que la persona que proporcionó la información es "un contacto cuya información es limitada y su fiabilidad no se puede determinar", con lo cual podría ser una fuente que los oficiales tienen en las calles, un testigo que coopera en un caso o una deducción sacada conversaciones telefónicas que son rastreadas entre los barrios de la ciudad.
Lo anterior debido a las protestas generadas por el ataque contra Jacob Blake a quien un agente de la policía le disparo en la espalda hasta en siete ocasiones. Lo que generó que el pasado fin de semana en Chicago fueran heridas de bala 54 personas, incluidos dos policías, mientras que 10 de esas víctimas fallecieron.
