Son vagones con capacidad para unas 45 mil libras de carga, tienen un largo de 53 pies (16 metros) por 101 pulgadas de alto (2.6 metros) y en su interior se pueden alcanzar temperaturas de hasta 120 grados Fahrenheit (49 grados Celsius).
Así son los tráileres en donde muchos migrantes viajan en busca del sueño americano rumbo a Estados Unidos y en donde en uno de ellos al menos 50 personas murieron el lunes 27 de junio en San Antonio, Texas.
Estas cajas están diseñadas para transportar mercancía no perecedera, pero con frecuencia también son utilizadas para transportar a migrantes, en su mayoría centroamericanos, que buscan ingresar a territorio estadounidense.
En solo unos minutos de estar adentro, el termómetro alcanza los 90 Fahrenheit (32 Celsius ) y en un día caliente el interior puede llegar hasta los 120 grados Fahrenheit (49 grados Celsius), de acuerdo a Travis Ahern, quien trabaja en una compañía de transportes.
La temperatura superó los 100 grados
Esas temperaturas significan un calor intenso, sin agua ni ventilación, lo que en unos minutos provocan insolación, deshidratación, desmayos, asfixia y posteriormente la muerte.
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos de Bexar, en San Antonio, los migrantes que fallecieron el lunes no tenían aire acondicionado y en la zona se ve registrada una intensa ola de calor superior a los 100 grados Fahrenheit (38 grados Celsius).
Por otro lado, la Policía de San Antonio reveló algo que llamó la atención y es que los inmigrantes traían en la piel condimento para bistec, por lo que creen que es la estrategia para evitar el olor mientras los transportaban.
De acuerdo a datos oficiales, 46 migrantes fueron declarados muertos en el lugar, y siete de los 16 que sobrevivieron, murieron después de ser llevados a centros hospitalarios.
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