Dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en el poblado de Cerocahui, municipio de Urique, en la sierra de Chihuahua, México, el lunes 20 de julio, ocurriendo los hechos cuando un guía de turistas entró a refugiarse en su iglesia tras ser perseguido por presuntos criminales.

Ante los lamentables sucesos, el fiscal del estado de Chihuahua, Roberto Javier Fierro Duarte, ofreció, este miércoles, una conferencia de prensa para dar a conocer las primeras informaciones del hecho.

Un partido de béisbol, un guía de turistas y una venganza

Duarte dio a conocer que el pasado lunes ocurrieron dos hechos separados. El primero de ellos refiere que José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, arribó a un domicilio en Cerocahui con la intención de localizar a Paul "B", un habitante de la comunidad, que días antes había ganado un partido de béisbol contra "El Chueco".

De acuerdo con las versiones de la fiscalía, el imputado disparó contra Paul "B", privo de la libertad a Armando "B", quien se encontraba en la casa, y posteriormente incendió la vivienda.

Horas más tarde, “El Chueco” interactuó con Pedro "P", guía de turistas; como resultado del encuentro, el hombre fue privado de su libertad.

Sin embargo, habría escapado para refugiarse en la iglesia, lugar donde fue auxiliado por los sacerdotes que posteriormente fueron asesinados.

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La fiscalía se ofrece una recompensa de hasta 5 millones de pesos mexicanos a quien aporte información útil, que lleve directamente a la captura de José Noriel, alias “El Chueco”.

Fierro comentó que, en caso de ser requerido, solicitarán ayuda a las autoridades estadounidenses, para localizar al principal sospechoso por el homicidio de los dos sacerdotes.

Además, confirmó que al municipio ya están arribando elementos de las fuerzas armadas, mismos que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se encargarían de realizar la búsqueda y captura de “El Chueco”.

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