Este coloso marítimo, con sus imponentes 365 metros de longitud, ha dejado una estela de expectación y asombro a su paso.

Iniciando un viaje inaugural de siete días a través de las paradisíacas islas del Caribe, el barco ha consolidado su posición como líder indiscutible en la industria de los cruceros.

Con una capacidad deslumbrante para albergar a 7.600 pasajeros y una tripulación compuesta por 2.350 miembros, el Icon of the Seas redefine la experiencia de navegación con un sinfín de comodidades y entretenimiento.

Su interior ostenta seis emocionantes toboganes, siete relucientes piscinas, una pista de patinaje sobre hielo, un teatro de última generación y una asombrosa variedad de más de 40 restaurantes, bares y salones, que prometen satisfacer los gustos más exigentes.

Impulsado por la vanguardia tecnológica, este gigante de los mares se propulsa mediante seis imponentes motores que operan con gas natural licuado, reflejando un compromiso aparente con la eficiencia y la reducción de emisiones.

A pesar de las afirmaciones de la empresa propietaria sobre su dedicación a "escudriñar la eficacia energética y la reducción de emisiones", los grupos ecologistas albergan preocupaciones legítimas.

Temen que las fugas de metano de los motores de este tipo de buques puedan aumentar las emisiones de este gas a la atmósfera, generando inquietudes sobre el impacto medioambiental a largo plazo.

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