El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado poco antes de entregar a Estados Unidos una poderosa lista de narcotraficantes, quienes estarían implicados en su muerte del 7 de julio de 2021, de acuerdo a una investigación del diario estadounidense The New York Times.

Según la investigación, que recaudó información de al menos 70 personas en Haití, entre ellos políticos, amigos de la infancia de Jovenel Moise, policías y participantes en el tráfico de drogas, el presidente de Haití estaba trabajando en una lista de políticos y empresarios vinculados al narcotráfico.

Dicha lista iba a ser entregada al gobierno estadounidense, según contaron a The New York Times cuatro altos asesores y funcionarios haitianos encargados de redactar el documento que al final no pudo llegar a manos de la justicia norteamericana.

Tras la muerte de Moise, las autoridades haitianas capturaron al menos a 20 supuestos sicarios que participaron en el asesinato del mandatario, la mayoría de ellos colombianos; los sospechosos confesaron que recuperar la lista era una prioridad absoluta, sin embargo, la operación terminó con la muerte del presidente.

Entre los testimonios está el de la viuda de Moise, Martine, quien fue herida durante el ataque; la primera dama simuló estar muerta y pudo escuchar cómo los sicarios revisaban el domicilio en busca de algo.

"Esto es", escuchó Martine que decían los asesinos de Moise antes de irse de la casa donde habitaba el presidente. Sin embargo, la primera dama no sabía qué era lo que habían encontrado.

"Haití pudo haberse convertido en la mayor ruta del tráfico de drogas hacia a Estados Unidos" dice el New York Times, que además señala en la investigación que avionetas con contrabando aterrizan con frecuencia en pistas de aterrizaje clandestinas.

Acciones que no gustaron

En los meses previos a su asesinato, Jovenel Moise, tomó una serie de medidas que no gustaron a sus enemigos. Entre ellas inició una limpia en el departamento de aduanas, pues sospechaba era la vía de entrada para mercancía de contrabando, según la publicación del medio estadounidense.

Asimismo, había ordenado destruir una pista clandestina utilizada por avionetas procedentes de Venezuela y Colombia y estaba investigando el lucrativo comercio de anguilas, que había sido identificado como un mecanismo para el blanqueo de capitales.

"El presidente les ordenó que no perdonaran a nadie, ni siquiera a las poderosas personalidades que lo ayudaron a llegar al poder", dijo uno de los entrevistados al rotativo NYT.

Una figura central en la lista de Moise era Charles Saint-Rémy, alias Kiko, que para la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, en inglés), es sospechoso de estar involucrado en el tráfico de drogas.

Además, es cuñado del ex presidente Michel Martelly, quien sacó a al presidente de Haití de la "oscuridad política" y lo eligió como su sucesor en el gobierno.

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