Por motivo a las medidas de distanciamiento social en la que se encuentra el mundo por la pandemia del coronavirus, varios eventos religiosos han sido pospuestos o cancelados para evitar posibles contagios.

Miles de parejas han tenido que aplazar sus bodas y muchos padres de familia no han podido bautizar a sus pequeños por la ausencia de ceremonias religiosas. No obstante, un sacerdote de una iglesia ortodoxa de Bronwnsville, Texas decidió celebrar un bautizo de una forma inusual.

Guardando el distanciamiento social, el religioso practicó un curioso bautizo, en donde solo estuvieron presentes el bebé y los padres de este y con ayuda de una pistola de juguete con agua, llevó a cabo la ceremonia.

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Rápidamente las redes sociales compartieron la imagen del sacerdote disparándola agua al bebé y muchos se consultaron si eso se tratará de una nueva normalidad o simplemente lo hizo por llamar la atención.

Lo que si se pudo confirmar, es que la ceremonia se realizó guardando el distanciamiento social y con la presencia de los padres y su bebé, el sacerdote y la persona que tomó las fotos.

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