Una pareja inglesa, que dijo no ser religiosa ni cristiana, finalmente logró bautizar a su hijo de 4 meses con el nombre de Lucifer, después de sortear varias trabas por parte de la oficina de registros británicos.
Dan y Mandy Sheldon, una pareja de la ciudad de Chestefield en Inglaterra, dijeron tenían derecho de llamar a su hijo así, porque además de no ser religiosos, les parecía un nombre bonito, según la historia publicada por los tabloides The Independent y The Sun el miércoles.
La registradora se oponía a inscribir al menor con el nombre de Lucifer y le hacía ver a la pareja que el nombre le podría traer problemas futuros al niño, como viajar a algunos territorios como Nueva Zelanda donde el nombre es prohibido, o conseguir empleo o educación.
"Traté de explicarle que no somos religiosos y que en griego Lucifer significa 'portador de luz' y 'alba', pero no me quiso escuchar", manifestó Dan a los periódicos británicos.
En el cristianismo, el nombre Lucifer hace referencia a Satanás (o al diablo), por eso la registradora trató de evitar que al pequeño lo llamaran de esa manera.
Al final la mujer no tuvo más remedio que seguir su trabajo pues en Inglaterra hay muy pocas restricciones legales para nombrar amén de obscenidades y números.