La periodista María Celeste Arrarás reveló, el viernes en su visita a Honduras, la verdad detrás de un video viral en el que ella empuja a una colaboradora en una transmisión en vivo de un noticiero.

Durante su ponencia en el evento más grande del marketing y la publicidad, Laboratorio de Marcas, la periodista cubana explicó cómo sucedió el penoso episodio de septiembre de 2018 que le costó críticas.

Aquí su relato:

“Yo estaba en pantalla escuchando el relato del reportero en vivo desde el lugar de los hechos cuando empiezo a escuchar a través del aparatito que usamos en la oreja para comunicarnos con el director. Los técnicos están teniendo problemas con la señal, se va a caer en cualquier momento”, relató.

Añadió: “A la par de eso con el rabo del ojo estoy viendo que la encargada de vestuario se estaba acercando a mi para hacer algún tipo de ajuste en mi vestido o algo, sabiendo que lo que ella no sabía que se iba a caer la señal y pronosticando lo peor yo la empujo de manera instintiva para evitar que salga a cuadro completo en la transmisión en vivo. Siempre se protege la pantalla”. 

También recordó: “En ese momento, fatalidad, perdemos la señal y el director poncha el estudio justo para mostrar el dichoso empujón”. 

“Como se imaginan esto provocó una avalancha de comentarios horribles en el Internet porque inmediatamente que pasó, la persona primera que lo subió a las redes lo subió en cámara lenta”, explicó.  

“Una vez recuerdo hablar con sofia Vergara, la actriz y me dijo: ‘Mari, todo lo que está en cámara lenta se agudiza’. Todo lo que sale en cámara lenta se ve mejor o peor. Si es algo bueno como que sale alguien en una pradera en cámara lenta se ve lo más romántico del mundo. Si es alguien empujando a alguien, es el demonio poseído”, dijo. 

“Cuando vi eso hasta yo me asusté”, dijo María Celeste Arrarás mientras mostraba el bochornoso momento:

Distorsión de noticias en el Internet

Tras lo sucedido, Arrarás explicó que la noticia se regó como pólvora en el internet sin embargo los hechos se distorsionaron por completo.

“En internet empezaron a publicarlo una tras otra y otra vez. Me dijeron que era una abusadora, que odiaba a mis colegas, que abusaba de los empleados”, explicó.

“La realidad es que no estaba maltratando a mi maquillista, era mi vestuarista y no solamente no la odiaba sino que era una de mis mejores amigas, su hijo es el mejor amigo de mi hijo y hemos trabajado muchos años juntas", dijo.

“Ella misma dice al día de hoy que yo le salvé aquel día porque el personal detrás de cámara solo puede entrar en el set durante comerciales y con permiso del director de piso… Hoy en día nos reímos del incidente”, detalló entre risas.

Lo anterior, lo expuso en su clase magistral de Laboratorio de Marcas, para demostrar que la información y ciertos hechos en el internet se distorsionan.

“Hay cosas en el internet que se desvirtúan. Y eso me lleva a nuestro tema central. En la televisión abierta no se manipulan los videos, no se ponen en cámara lenta, no se ponen en cámara lenta a propósito para distorsionar la realidad”, detalló Arrarás.

Además, recomendó a las marcas y empresas promuevan sus marcas en los canales de noticias.

"Promuevan sus marcas en este ambiente y no en uno que cada vez hunde y distorsiona más la realidad y que hace ciertamente daño. Los canales de noticias, de televisión se rigen por el código de ética, conducta que busca realmente encontrar la verdad, analizarla. Se compromete de forma independiente para producir contenido que sea imparcial y lo más importante, contenido transparente que beneficie a la sociedad en general", cerró.

El video

Según informaron medios internacionales, María Celeste Arrarás, empujó en plena transmisión a su modista Giuliana Ardito.

A la periodista se le ve en el video un rostro un tanto molesto cuando su estilista se metió a cuadro durante la transmisión del programa “Al Rojo Vivo”.

Posteriormente, la talentosa periodista explicó a través de redes sociales lo que en realidad sucedió en medio de la cobertura del huracán Florence que fue un poderoso ciclón tropical de categoría 4 sobre el océano Atlántico, que amenazó al sudeste de los Estados Unidos.

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