El síndrome de Hubris es un trastorno psiquiátrico adquirido que afecta a personas que ejercen el poder en cualquiera de sus formas. Se ha descrito en multitud de campos, desde la política a las finanzas y entre sus cualidades está la falta de humildad y empatía que se puede transformar más adelante en soberbia, arrogancia y prepotencia, repito, potenciado por el poder o por el éxito en una persona.

Una vez conocido el concepto, el Síndrome de Hubris afecta a los políticos hondureños que quieren eternizarse en el poder sin importar las trabas legales o constitucionales, como el tema de reelección presidencial, donde el actual mandatario, valiéndose de una resolución de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) el 22 de abril del año 2015, que inhabilitó tres artículos constitucionales que la prohibían, buscó y logró un segundo mandato.

Sin embargo, para la oposición política de Honduras, es latente el interés del actual presidente Juan Orlando Hernández, de buscar un tercer periodo presidencial, que a todas luces sería un síntoma del Síndrome de Hubris por qué quiere seguir, y esta resolución judicial se lo permitiría porque está por encima de la Ley del Consejo Nacional Electoral, según los expertos.

No quiero pensar que quienes gobiernan el país se crean dioses, que actúen con ego desmedido con una sensación de omnipotencia con el único deseo de transferir los límites, ya basta, 8 años son suficientes, con más penas que glorias, y los resultados hasta hoy revelan que es necesario un cambio de timón en la dirección del país. Honduras presenta los peores indicadores en todas sus áreas; económica, salud, educación, seguridad, etcétera, etcétera, etcétera, no permitamos que se actué con desprecio afectando el espacio de los demás que aspiran a gobernar el país.

Según  el coordinador del partido La Nueva Ruta, Esdras Amado López, los tres partidos mayoritarios en Honduras (Libre, Partido Liberal y Partido Nacional),   estarían alfombrando el camino el actual presidente para una nueva reelección, lo que a los ojos del pueblo es incorrecto y en la boca se vuelve un sabor amargo, porque se considera que por componendas políticas se violentó la Constitución de la Republica al derogar el artículo 239, que prohibía la aplicación de esta figura, solo para favorecer los caprichos de un político desmesurado, con supuestas acusaciones en la Corte de Nueva York por narcotráfico.  Ahora, como es que hoy quieren continuar en el poder, prestándose la oposición como lo afirma el periodista Amado López.

Pero el Síndrome del Hubris también afecta a los insaciables del poder que quieren repetir como alcaldes y diputados en las próximas elecciones, los ebrios del poder que no dan espacios a otros, solo porque se quieren mantener en su cargo, muchos de ellos porque son acusados de varios delitos y así quiere evitar la justicia, pero ojo, hay un poder que el ciudadano tiene, y es su voto, lo que puede cambiar mucho en el panorama político del país, hay diputados que tienen hasta 9 periodos en el Congreso Nacional , y alcaldes que buscan su quinto periodo… ¿es que no hay más lideres?

Es por eso urgente una nueva ley electoral en Honduras, que regule hasta los periodos en los cargos de elección popular, pero no maquillajes, que quiere hacer ver el rostro más bonito de aquellos que por décadas han asaltado el poder en Honduras; rostros que ya la mayoría de los hondureños no quieren ver, rostros que a leguas se nota que padecen del Síndrome de Hubris.

Pueblo hondureño, es tiempo de quitarse la telaraña de los ojos y miremos lo que están haciendo los políticos. Hay que despertar.