En un día extremadamente frío, estuve sentado en un amplio salón en la ciudad de Katowice, Polonia junto a representantes de los países más poderosos del mundo y los no tan poderosos. Todos escuchamos atentos a los integrantes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, organismo de la ONU) cuando presentaron un escalofriante informe con una grave advertencia para el mundo, ese día tan frío sentí una sensación como si la sangre dentro de las venas se me congelaba, al escuchar a los señores de ciencia decir junto a representantes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que “si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad antes de 2030 y a cero en 2050, preparémonos para enfrentar hasta seis fenómenos extremos por año” una advertencia respaldada por más de cinco mil informes científicos realizados alrededor de nuestro planeta.

Para que usted entienda bien de que estamos hablando se lo resumo así; la emisión masiva y acumulación de gases de efecto invernadero en nuestra atmosfera producto de las actividades humanas, está causando que la luz infrarroja del sol no pueda escapar hacia el espacio y se mantiene desde hace décadas atrapada, rebotando de la atmosfera a la superficie, desencadenando un cambio radical en el clima que altera la vida en la Tierra, de aquí la urgencia de frenar las emisiones migrando a una economía verde abandonando la quema de combustibles fósiles y aprovechado en su lugar las energías renovables.

Después de la advertencia del panel científico, han pasado varios años y los señores tomadores de decisiones que escucharon de viva voz de la ciencia lo que nos puede pasar si no frenamos las emisiones, han hecho poco o nada frente a lo mucho que debe hacerse al respecto.

Hoy cuando escribo este artículo y recuerdo el momento cuando escuché esa advertencia, me siento impotente y alarmado por las pésimas noticias que llegan de las agencias que vigilan nuestra atmosfera, en plena pandemia por el covid-19, los seres humanos hemos roto el récord de acumulación de dióxido de carbono jamás registrado en nuestro planeta en los últimos 3 millones de años, la concentración media diaria de CO2 alcanzó las 418,7 partes por millón, así diferentes observatorios de vigilancia atmosférica mundial confirman el crecimiento de este gas a nivel mundial.

Consecuencias…

Entre las graves consecuencias que debemos enfrentar por el calentamiento de nuestro planeta que desencadena el cambio climático podemos enumerar:

Imagine usted por un momento, qué pasaría si al cumplirse la predicción científica tenemos que enfrentar en un mismo año, seis consecuencias catastróficas de la lista que le acabo de enumerar.

¿Tendríamos la capacidad de salir adelante? La respuesta es NO y la evidencia está frente a nuestros ojos, actualmente un solo virus ha desnudado nuestra vulnerabilidad.

No existen súper países, ni súper hombres, emporios económicos tiemblan, el covid-19 nos ha quitado la arrogancia y demostrado en solo semanas que somos seres muy frágiles, a la vez tan irracionales que dependemos de la naturaleza y no queremos coexistir responsablemente con ella, que tenemos una capa gaseosa llamada atmosfera que es nuestro escudo protector y que asegura nuestra vida en la Tierra y hemos sido capaces de alterarla y no paramos de hacerle daño.

La cuenta regresiva comenzó hace años y yo me pregunto, ¿cuándo nos quitaremos la venda de los ojos para ver y luchar por lo que verdaderamente es importante? ¿Seguiremos hablando de política, de fútbol y de cine?

El cambio climático nos lleva la delantera y solo educando rápidamente a la sociedad sobre este fenómeno llegarán los cambios radicales de conducta de cada individuo para que cumpla su papel de responsabilidad con el medio ambiente, pero también demande las decisiones que corresponden para revertir la emergencia climática actual que tiene a nuestra casa común en cuidados intensivos y con riesgo de muerte de todos sus habitantes.

Cuídense mucho, siempre los quiero como lectores y no como noticia y si nos vamos a ensuciar las manos que sea por la Tierra.