Cuando se pone en perspectiva la inquietud sobre, ¿quién debería ser el próximo presidente de Honduras?, surgen un sin número de respuestas, que al final dejan muchas dudas. Pero cada hondureño tiene una particularidad en sus impresiones, a veces lo mejor sería no preguntar, porque, aunque la mayoría cree en un determinado personaje, el fraude electoral y los acuerdos políticos le juegan la vuelta al final.

Hay un texto bíblico que quiero compartir con ustedes (vale la pena su análisis); 1 Samuel 16:7, “Jehová respondió a Samuel: no mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”.

Si analizamos esta porción bíblica, entenderemos que lo exterior del hombre no debe impresionarnos sino su interior, su legado de honradez, de trabajo, de responsabilidad y en este hemos fallado los hondureños al momento de escoger los gobernantes.

Sin embargo, en política vale más la bandera partidaria, la herencia del tradicionalismo político que ha cerrado los ojos de los votantes que la verdadera elección, creen ciegamente en el candidato que le pinta su partido, sin importar si este es corrupto o violador de la constitución y sus leyes, al final vienen las quejas y se arrepienten de haber desperdiciado su voto, por que vieron más la apariencia que los hechos que dicta el corazón del político. Cada cuatro años pasa esta acción errónea en Honduras.

¿Cómo debe ser el candidato presidencial perfecto?

Bueno, hay muchos factores a tomar en consideración, quitar primero el hartazgo de la vieja forma de hacer política de la cual el pueblo está sumido.

Pretendo con esto, trasladarle a usted algunos caracteres que psicólogos y expertos en política recomiendan; entre las principales características que debe poseer un candidato presidencial están ser:

  • Conciliador
  • Respetuoso
  • Amable
  • Honesto
  • Sincero
  • Tener un bien estado de salud
  • Sentido de justicia y,
  • Control emocional...

¿Habrá alguien así en Honduras, previo a los próximos procesos electorales para los cargos de elección popular, principalmente en el nivel presidencial?

No es para menos conocer el lenguaje de un aspirante presidencial, más ahora que se acerca las elecciones para el 2021, hay que estar atentos en la visión que tengan de los grandes temas de país; económico, seguridad, salud, educación, inversión en el agro, además de su percepción sobre las relaciones internacionales y a la vez que tenga un concepto propicio del mapa geopolítico internacional, porque el avance del mundo así lo exige. y se requiere que el próximo líder nacional que nos gobierne sepa entender cómo se mueven las cosas en el mundo.

Ya es tiempo hondureño, que le pongamos raciocinio y entendimiento a nuestro voto, vendrán las cancioncitas de siempre, de esas pegajosas del momento, llegarán las promesas siempre enfocado en los mismo, que no es más que una verborrea política, no se deje llevar por esos vientos de mentiras y confusión, es tiempo de escoger a la mejor persona (mujer o hombre) para que nos gobierne, esperando que sea el sufragio popular quien verdaderamente elija y no los famosos fraudes.

No existe el candidato perfecto, pero si el elector inteligente, la política como objeto de reflexión nos presenta hoy a los hondureños la oportunidad de tener un momento y darle más pensamiento al voto en las próximas contiendas electorales.

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