Muchas suspicacias se desprenden de la aprobación de un decreto que declara "en secreto" los contratos de compra de las vacunas contra el nuevo virus.

Este episodio deja un "mal sabor a negocios amañados", crea enormes dudas acerca de sus motivaciones y nos conduce a preguntarnos si se trata de un "caldo de corrupción", o una "bofetada a la dignidad de los hondureños". Se ha sentado un funesto precedente: Todas las compras del Estado pueden ser blindadas y ser objeto de los más despreciables manoseos.

Los cerrojos colocados a la información relacionada con la adquisición de las vacunas dan pie para que todos aquellos personajes poco potables que han medrado y que proliferan hoy día, tengan más libertades para cerrar "acuerdos pandos" a favor de sus causas siempre indignas.

Los funcionarios que intervienen en la presente pandemia en las gestiones para la adquisición y suministro de los biológicos, han justificado que las cláusulas de los mencionados contratos se han declarado en reserva a petición de las casas farmacéuticas.

Colocamos en tela de juicio las explicaciones ofrecidas en cuanto a que  los desarrolladores de las vacunas hayan colocado a Honduras en la encrucijada de otorgar confidencialidad a los acuerdos de compra o quedarnos fuera de cualquier posibilidad de recibir la provisión de los antivirales.

Son argumentos evidentemente dirigidos, preconcebidos y acomodados; simplemente explicaciones colmadas de medianas verdades o de puras mentiras

¿Por qué en otros países del área los contratos suscritos con los fabricantes de las vacunas contra el covid Sí están abiertos en algunas de sus disposiciones y en Honduras se ha colocado cerraduras a todas sus partes?.

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Comprendemos que ciertas estipulaciones Sí deben estar sujetas a restricciones para su amplia divulgación; No obstante, es un precedente negativo el que se crea al mantener bajo embargo y por un período prolongado los contratos de suministro de los fármacos que necesitamos, a fin de contrarrestar la pandemia.

Los hondureños tenemos el derecho a conocer cuál es el procedimiento que se ha empleado para la gestión de los biológicos en el mercado mundial y, en términos totales, de cuánto ha sido el desembolso realizado para el compromiso de entrega de los lotes de vacunas.

Con todo fundamento, les ha llovido sobre mojado a los diputados que aprobaron la iniciativa que impone secreto sobre los contratos firmados con las farmacéuticas, un lastre más que cae sobre la gestión legislativa en nuestro país, señalada de estar encadenada a los dictados del Poder Ejecutivo.

Nos encontramos ante una nueva actuación de los congresistas -aunque No la totalidad de ellos- revestida de oscuridad, inmersa en un mar de dudas y al calor de los debates virtuales que han sido aprovechados para abrirle paso, de manera ilegítima y a matacaballo, a iniciativas controversiales como es el caso del contrato reservado para la compra de vacunas.

Las malas prácticas de la opacidad, las negociaciones desviadas, el silencio cómplice, la falta de transparencia y las imposiciones de todo género, se han convertido en una regla general en nuestro país. ¡Es momento de ponerle un alto a los secretos de Estado! ¡Reclamamos transparencia y acceso a la información pública! ¿Qué esconden quienes llevan las riendas de este país, corroído por la corrupción y la impunidad?.

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