Un proverbio chino dice: "no puedes guiar el viento, pero si puedes cambiar la dirección de tus velas” y partiendo de este imperativo concepto surge la pregunta, ¿qué rumbo lleva el barco llamado democracia en Honduras en tiempos de pandemia? Existirán muchas respuestas, pero lo que sí expresan las mayorías en el país es la necesidad de los vientos de cambio en la gubernatura de la institucionalidad hondureña.

Si tomamos como punto de partida las elecciones en tiempo de pandemia, cuál debe ser el camino a tomar en  Honduras, qué deben proponer los partidos políticos, qué capacidad económica tendrá el erario público para financiar el calendario electoral y los mecanismos de bioseguridad. Aquí  habrá que apostarle a todo, tomando en consideración los vientos de cambio y de timón que piensan varios sectores sobre la dirección del país.

Vamos por partes. En Honduras la caída del ingreso fiscal al final del año puede dejar una brecha por más de 50 mil millones de lempiras según el Foro Social de la Deuda Externa (fosdeh). Habrá entonces que recurrir al recorte del gasto público para lo que resta del 2020 y formular un presupuesto acorde a la actividad económica para el 2021, partiendo de esta perspectiva preguntémonos, ¿visualizará la Secretaria de Finanzas más de mil 200 millones de lempiras para las elecciones primarias de marzo del próximo año?, o  para cumplir este capricho político se tendrá que recurrir al endeudamiento. No ve usted que es la oportunidad histórica de los partidos de financiar sus primarias o internas.

En otro aspecto, la Organización de los Estados Americanos (OEA) lanzó una guía para organizar elecciones en tiempo de pandemia donde se enfoca aspectos como: organización y administración electoral, uso de la tecnología, participación e inclusión, campaña electoral, comunicación, votación y escrutinio, que tiene como particularidad el sostenimiento de la democracia en sus estados miembros del que honduras es parte. Pero honduras que hace, que propone el consejo nacional electoral, que en los últimos días pasa por enredos políticos de sus consejeros más que proyectar propuestas que garanticen el ejercicio ciudadano al voto, pilas por que el tiempo se agota y muy lejana esta una organización  electoral durante esta pandemia.

Lo más pronto en Honduras son las primarias que se calendarizan para marzo, preguntémonos, ¿estarán listos los centros de votación?, ¿habrá movilización del transporte oportuno?, ¿querrán los hondureños ir a ejercer el sufragio?  Cuando muchos resentirán las secuelas del covid-19,  o ¿habrá Honduras alcanzado todos los mecanismos de bioseguridad necesarios?  Bueno, hay una  postura que toma mucha fuerza,  que para las primarias los partidos políticos pueden recurrir a sus asambleas, convenciones o acuerdos para escoger sus candidatos a cargos de elección popular, una iniciativa poco democrática critican algunos.

Las elecciones en tiempo de pandemia enfrenta algunos desafíos que debe afrontar el consejo nacional electoral y los partidos políticos como: peligros para la salud de los ciudadanos si no surge una vacuna a tiempo, baja concurrencia de votantes, problemas de logística, problemas de movilización, hay países como Corea del Sur que propusieron: voto en el día electoral (con horario específico para las personas en cuarentena), voto desde las casa (recurriendo a las urnas móviles), el voto anticipado, voto electrónico y la reducción del horario de votación.

Honduras tendrá que asumir el mejor camino, sobre todo para las elecciones generales de noviembre de 2021, mientras tanto hay que soportar a los politiqueros de siempre su bulla que poco o nada deja a la democracia del país.

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