El Partido Nacional de Honduras es uno de los dos institutos políticos históricos del país (el otro es el Partido Liberal). Fue fundado el 27 de febrero de 1902 por el general Manuel Bonilla luego de una marcada división en el Partido Liberal.

Tiene como principios fundamentales cuatro elementos: la persona humana, el bien común, la solidaridad y la subsidiariedad.

Este partido político, denominado democrático y popular, se prepara para su convención extraordinaria que se realizará en la oriental ciudad de Danlí, El Paraíso a finales de noviembre, pero llega desgastado en el poder, con varias acusaciones por supuesta corrupción de sus líderes, pero otros ya sentenciados por la justicia y con un marcado divisionismo en su estructura.

¿Qué saldrá de esta convención? Aquí podemos aplicar el pensamiento de Groucho Marx, actor y cómico estadounidense “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.

Julius Henry Marx, más conocido como Groucho Marx, fue un actor, político y escritor de EE UU.

Todo apunta a que, la mayoría de los dirigentes nacionalistas, aunque estén como “perros y gatos”, saldrán con el acostumbrado grito de unidad, pese al inconformismo que existe en un 80 por ciento de su militancia por la forma como conducen al partido y el poder, según el diputado nacionalista, Jorge Lobo.

Más que presentar alegrías ficticias, logros que no son más que imposiciones y promesas de cambios que al final se las lleva al viento, la dirigencia del Partido Nacional debe rendirle cuenta a su militancia de estos 10 años de gobierno, porque se ha beneficiado de las mieles del poder un reducido grupo y la mayoría nacionalista no disfruta ni de las migajas.

¿Por qué la incursión en el gobierno de personas ajenas al partido? ¿Por qué no se cumple con la promesa de empleos masivos? Etcétera, etcétera.

No es con discursos trillados, cargados de falsas expectativas y emotivos, que van a convencer a los nacionalistas de base, aquellos que se han partido el pecho por el partido.

Es que la dirigencia tiene que dar respuestas, y hacerlos sentir que se desmarcan de aquellos líderes señalados por la justicia por corrupción y otros de ser parte del narcotráfico y del crimen organizado.

Es la oportunidad que tiene el Comité Central del Partido Nacional de congratularse con su militancia con propuestas renovadoras, más que discutir temas polémicos como la reelección presidencial que ha sido la manzana de la discordia en el país.

No más trillismo, mas sinceridad en los discursos, se espera en la convención “azul”.