Recuerdo mi primer trabajo como asistente de clases de pintura en una academia. Tendría quizás 15 años y ahí comenzó un bello camino de aprendizaje continuo de lo que implica ser un buen compañero de trabajo y el valor del esfuerzo diario y constante en materia profesional.
Hasta en la Biblia se habla de la importancia del trabajo en la vida del ser humano y varios estudios comprueban que trabajar es bueno para la salud. Es bueno para la salud si se hace en un ambiente sano, durante un período de tiempo más o menos específico a diario, con la dosis correcta de tiempo y esfuerzo para no cansarnos ni física ni mentalmente.
Recuerda que no hay trabajo chiquito ni menos importante que otro. Siéntete orgulloso de la labor que realizas o del emprendimiento que comenzaste. Reconoce que el trabajo que realiza cada persona es fundamental para que todo funcione pero que es nuestra obligación con una buena actitud ayudar a que el ambiente laboral sea saludable y placentero.
Aunque seas eficiente y productivo, si con tus acciones y palabras arruinas el ambiente, eso te convierte en un problema y en consecuencia un mal empleado o líder.
Algunos de los beneficios de trabajar en un ambiente sano son:
- mantiene tu cerebro activo
- mejora la salud mental
- previene el deterioro cognitivo
- satisfacción personal de esfuerzo y recompensa
- afianza autoestima
- fortalece nuestras relaciones sociales
- valor terapéutico
- fomenta la autonomía personal
- fortalece las sociedades
En términos generales:
¿Por qué trabajamos? Primero, para generar un ingreso que permita suplir nuestras necesidades y segundo porque el desarrollo personal profesional es parte del conjunto de aspectos que conforman al ser humano.
¿Dónde inicia todo? Cuando elegimos que estudiaremos y/o a que nos queremos dedicar.
¿Puedo cambiar de parecer? Claro, puede cambiar tu orientación profesional, lo importante es que te satisfaga y disfrutes lo que haces.
¿Emprender o ser empleado? Depende de tu situación de vida y oportunidades. De igual forma, para ser un buen líder en lo propio o ajeno, debemos saber ser productivos y saber trabajar con inteligencia emocional.
¿Qué necesitamos de nuestro empleador? Un salario monetario y uno emocional.
¿Qué necesitamos ser nosotros? Responsables, productivos, eficientes, eficaces, y buenas personas.
Procura te apasione lo que haces y que busques el bien común, trabajando con ilusión en equipo. Así disfrutarás tus logros y los de los demás por igual, y enfrentarás de mejor forma los retos y dificultades laborales cuando se presenten; y nunca, nunca te estanques con un trabajo que te altere tu paz y energía, porque eso te irá quitando vida poco a poco
“La única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que haces,” Steve Jobs