La muy anhelada felicidad, lo que todos al final del día deseamos ser, personas felices.
Un término que podría definirse de tantas formas dependiendo de la perspectiva de cada uno.

Para mí, felicidad es vivir a plenitud los instantes, instalado en el presente, soñar y trabajar duro por cumplir esos sueños. Comenzar de nuevo cuantas veces sea necesario, disfrutando el instante, valorando el momento y abrazando los recuerdos.

Encuentro felicidad en la sonrisa de mis hijos, en bailar, en una canción, una flor, un mensaje, llamada, un atardecer o un amanecer. Para mí, felicidad es vivir intensamente cada experiencia, disfrutar y amar mejor y más profundamente a mis seres cercanos, es ir al pasado y regresar al presente con una sonrisa por la experiencia que lo vivido me ha dado.

Y que feliz soy cuando encuentro magia en personas y situaciones. Aprendí que la felicidad es personal y y que debemos ser felices primero para poder compartir nuestra felicidad. Porque la felicidad nunca la vamos a encontrar ni en otra persona, ni en otro lugar, ni en otra situación. La felicidad va dentro nuestro vayamos donde vayamos y estemos con quien estemos, al igual que la amargura y la tristeza.

Recuerda que la grama del vecino siempre se ve más verde, hasta que llegas ahí. Por lo que descubrir la felicidad y mantenerla es tan importante, incluso en los momentos de dificultad.

Y para ayudarnos a encontrar la felicidad, disfrutarla y mantenerla tenemos un cuarteto fenomenal en nuestro cerebro, y se los presento. Se trata de: serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina. Son las conocidas hormonas de la felicidad. ¿Cómo hacemos para liberarlas? con el ejercicio, abrazos, risa, agradecimiento, bailando, cantando.

También viviendo en el presente, viendo la vida de forma positiva, motivándonos, comunicándonos eficazmente, con una mentalidad de crecimiento, perdonando, con actos de servicio hacia los demás, sosteniendo lazos de amistad verdadera, siendo bondadosos y empáticos, en fin, la felicidad está en apreciar las cosas sencillas, y en hacer un hábito de las buenas costumbres.

Repito, está dentro nuestro. Pero, sobre todo, la felicidad va de mano con la paz. Elegí tus batallas, mantiene distancia saludable de todo aquel o aquello que te haga daño, corta de raíz lo que no te hace bien y no te embarques en relaciones y argumentos estériles que frenan tu desarrollo personal.

Les deseo toda la felicidad del mundo y que la pulan en ese camino de búsqueda de su mejor versión, dejando ir lo que no se puede controlar y haciendo obras de arte con lo que sí se puede. Si no lo logran, busca ayuda profesional para ver si hay algún desequilibrio hormonal que atender.

La felicidad se trabaja, debes hacer que las cosas pasen, nadie lo hará por vos, es responsabilidad propia.

Ánimo, MAKE.IT.HAPPEN.

“Quien no es feliz con poco, no lo será con mucho.” Lao Tse