Hablemos brevemente sobre que nos hace distintos de los demás como profesionales. Acá entra la importancia del valor agregado que es lo que te diferencia de los demás, también se le conoce como propuesta de valor.

Toda empresa, producto, bien y servicio debe tener un valor agregado. Hablemos sobre la persona: en un mundo tan globalizado, competitivo y orientado a la especialización, tener valor agregado es indispensable. Debes crear tu marca personal y darle un toque personal a tu talento y a todo lo que hagas.

Ese elemento diferenciador es lo que hará que tu presencia en el trabajo sea notable, y que tu trabajo en sí sea excepcional.

Algunos ejemplos de valor agregado son tus valores como persona y el dominio de los power o soft skills, que incluyen, por ejemplo, liderazgo, resolución de problemas, inteligencia emocional, etc.

Ahora bien, a estas habilidades les agregas tu toque muy particular.

Para lograr lo anterior, debes primero conocerte bien, y analizar lo que te diferencia de los demás, tus fortalezas. Identifica que cualidades te hacen especial, el motivo por el cual a la gente le gusta estar cerca de ti, que cosas haces o dices que enorgullecen a los demás. Es dar más de lo que se espera de vos.

Una vez identificadas tus fortalezas, comienza a desarrollarlas a medida vas creando tu propio espacio dentro de tu profesión donde ofreces algo que nadie más ofrece. No es solo lo que haces, sino que vos lo haces. Lo que va a determinar porque te van a contratar a vos y no a otra persona.

Te animo a evaluar si has identificado tu propuesta de valor, y si no lo has hecho, que lo hagas lo más pronto posible.