El sistema de líneas de transmisión colapsó y para construir plantas adicionales de generación, el Gobierno necesitaría entre 500 y 700 millones de dólares que no tiene y que no puede conseguir por ningún lado.                  

El prometido como cacareado plan de rescate del subsector eléctrico duerme profundamente “el sueño de los justos”, y la opacidad, improvisación, desconocimiento  y falta de planificación, hicieron el resto. 

Hoy, las consecuencias nos están dejando, como en el tenebroso 1994, 12 horas diarias de racionamientos, y en zonas como Olancho, Yoro, Atlántida, colón  y Ocotepeque, los apagones superan hasta las 24 horas sin electricidad.  

VEA: Burocracia que devora los pobres recursos públicos

La situación ha ido, entonces,  de mal en peor. El año pasado, las pérdidas de la ENEE se dispararon hasta los 75 mil millones de lempiras, subiendo respecto al 2021, de 34.1 por ciento a 36.7 por ciento,  mientras también en el 2022, la estatal eléctrica cerraba con pérdidas superiores a los 22 mil millones anuales.

En el gobierno del partido libertad y refundación, el sector energético sigue en caída libre, y nada ni nadie, pudo hasta hoy revertir la situación de crisis y colapso operativo y financiero.  Un dato adicional: en el 2022, las pérdidas de la estatal eléctrica sobrepasaron en 6 mil 175 millones a las que reportó el gobierno nacionalista  en el último año de Juan Orlando Hernández.

 Es decir, las cosas en lugar de mejorar, o siquiera, estabilizarse, empeoraron, y hoy estamos volviendo al oscuro escenario de los apagones  y tenebrosos racionamientos del año 94.

LEA: ¿Honduras, rumbo a modelos políticos fracasados?

Ha transcurrido casi la mitad del gobierno de doña Xiomara y aquí lo que sigue  campeando es la improvisación y la falta de planes de contingencia.

El déficit energético hace un tiempo atrás había sido anunciado por los expertos en la medida que los niveles de los embalses de los proyectos generadores se secaban por la falta de lluvias, y ahora resulta que han salido corriendo a comprar energía que ya no está disponible, porque  los países vecinos ya guardaron sus excedentes en previsión de la época de las “vacas flacas” que desde hace un tiempo atrás se veía venir.  ¿porqué dejaron que todo esto pasara?. 

El fantasma de las compras directas y sin licitación vuelve entonces a rondar. para el presidente del STENEEMiguel Aguilar, lo que resultó siempre de las crisis fueron oportunidades de negocio, para políticos y autoridades.  los que están  actualmente en el poder, a lo mejor,  ya lo están entendiendo así.

TAMBIÉN: Agonizante salud pública para un pueblo pobre y enfermo