Videollamadas a cada momento, clases virtuales y reuniones laborales son la nueva normalidad desde que inició el confinamiento por el Covid-19. Las actividades laborales, académicas y sociales no se detuvieron, solo se modificaron y con el tiempo la virtualidad ha traído agotamiento a los usuarios.

El ingeniero en sistemas, Danny Rivera, dialogó con tunota sobre las diferentes actividades que se realizan a través de plataformas funcionales para las diferentes actividades virtuales. A la vez detalló las causas posibles de la fatiga o agotamiento, desde el lenguaje digital.

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“Una de las principales razones es el tiempo de las videoconferencias. Para una videollamada gratuita en la aplicación de zoom, el tiempo de duración de la videollamada es de 40 minutos, con lo cual se mitiga este factor si es que no se cuenta con una suscripción.

Al tener un tiempo ilimitado para realizar una videollamada se debe establecer un tiempo de duración de la misma, bien estructurado, permitiendo tener uno o dos descansos de cinco minutos, dependiendo de la duración total de la videollamada”, señaló.

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Material expuesto

Otra razón que expuso el ingeniero, como posible señal de agotamiento es la preparación y exposición del contenido durante la reunión virtual.

“Puede ser un factor que genere fatiga si es que este no está bien estructurado, generando sobrecargo de información hacia los participantes de la misma. Para ello se deben realizar presentaciones más interactivas, utilizando herramientas como PowerPoint o Prezi para poder captar la atención de los participantes".

También, otro factor es la exposición directa a la luz y la ambientación “para generar un ambiente agradable al momento de realizar una videoconferencia. Se debe contar con una buena iluminación que nos permita tener un ambiente más adecuado”.

Añadió que es preciso contar con equipo de cómputo audiovisual de calidad y en buen estado para tener una buena comunicación con todos los participantes y así evitar la fatiga de estar realizando modificaciones en tiempo real de la videoconferencia, permitiendo así enfocarse en el contenido de la misma.

Práctica sedentaria

El efecto de la cuarentena ha pasado factura a la salud física y mental, dijo a tunota el psicólogo Felipe Pineda, pues “nuestro estilo de vida pasó de una actividad más práctica y más dinámica a una vida más sedentaria y estresante”.

Nuevos términos han surgido, entre ellos el ‘estrés digital’, que se refiere a que “pasamos mucho más tiempo frente a una pantalla, causando en el individuo problemas de insomnio, irritabilidad, ansiedad, cambios en el ciclo del sueño, dolores de cabeza fatiga mental y accidentes laborales por la pérdida de funciones vitales como caminar o hacer nuestras actividades normales”, indicó Pineda.

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También, hay angustia y agotamiento mental provocados por el continuo desarrollo de actividades laborales virtuales. "Hubo un cambio en el horario normal de trabajo, ya que si una persona dedicaba de seis a ocho horas en su trabajo, ahora con la pandemia hemos pasado a ser 24/7, como expresa la población”.

“No tenemos un horario fijo de teletrabajo. Incluso ha venido a afectar más los vínculos afectivos en el hogar, generando mayor distanciamiento y pocas relaciones interpersonales con nuestros hijos".

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