El origen de los bastones de navidad empezaron en la catedral alemana de Colonia en el siglo 18. Se cree que un maestro del coro encargó los caramelos para que los niños de la ciudad se portasen bien en las celebraciones de Navidad.
Para darle sentido y justificar el deseo, pidió que se hicieran en forma de bastón para que los niños tuvieran presente a Cristo en su papel de pastor.
Además, Gregory Harding Keller fue un sacerdote católico que inventó una máquina que permitió automatizar el proceso para darle la característica de forma de bastón de caramelo.
De modo que hoy en día existen muchas versiones del bastón de caramelo, los cuales existen en distintos colores, sobre todo verdes o incluso multicolores, con sabores y aromas distintos al original. Aunque el más típico era de menta, actualmente son más populares los de fresa.
Bastones de Navidad



