Existen varios motivos por los que algunas personas no pueden cerrar completamente sus ojos a la hora de dormir. Esto afecta tanto a niños como adultos.

Entre las razones más comunes están relacionado con los nervios faciales que permiten que se puedan cerrar los párpados, enfermedades en la piel, alguna cirugía plástica o infecciones.

Según los expertos, al no cerrar los ojos a la hora de dormir se corre todo tipo de problemas. Por ejemplo, puede causar resequedad ya que las lágrimas no pueden cubrir toda la córnea, lo que ayuda a que permanezca limpia y húmeda.

Además, infecciones oculares, ojos rojos, visión borrosa, sensibilidad a la luz y la sensación de no tener un sueño reparador.