La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor muscular y fatiga generalizada. Es una afección dolorosa que afecta a más de cinco millones de personas en todo el mundo, y aunque no es fatal, puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.

La fibromialgia se considera una enfermedad reumática, pero también puede afectar a otros sistemas del cuerpo, como el sistema nervioso y el sistema endocrino.

Síntomas comunes

Los síntomas más comunes incluyen dolor muscular y articular, fatiga, dificultad para dormir, ansiedad y depresión.

Uno de los desafíos de la fibromialgia es que no hay pruebas de laboratorio o imágenes que puedan diagnosticarla de manera definitiva.

El diagnóstico se basa en una combinación de síntomas y un examen físico exhaustivo. Los médicos también pueden realizar pruebas para descartar otras enfermedades que puedan estar causando los síntomas.

Causas de la fibromialgia

Aunque la causa exacta de la fibromialgia es desconocida, se cree que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos.

Se ha demostrado que las personas con fibromialgia tienen niveles más bajos de serotonina, una sustancia química del cerebro que ayuda a regular el estado de ánimo y el sueño. También se cree que los factores emocionales, como el estrés y la ansiedad, pueden contribuir a la aparición de la enfermedad.

El tratamiento de la fibromialgia puede ser un desafío, ya que no hay una cura conocida. En cambio, el enfoque se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Los tratamientos comunes incluyen medicamentos para el dolor y la fatiga, terapia física y ocupacional, y terapia cognitivo-conductual para ayudar a manejar el estrés y la ansiedad.

Recomendaciones

A pesar de los desafíos asociados con la fibromialgia, hay muchas cosas que las personas pueden hacer para mejorar su salud y reducir los síntomas.

La actividad física regular, como caminar o nadar, puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular. La alimentación saludable y la gestión del estrés también pueden ser beneficiosas.