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Con el paso de los años la forma de conducir cambia, eso les pasa a todas las personas, por esto, algunos investigadores se han enfoca en estudiar este comportamiento y diagnosticar de forma temprana el Alzheimer.
De forma reciente, un grupo de científicos de la salud evaluó a un grupo de personas mayores de 65 años, con su consentimiento por un año y por medio del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) obtuvieron los resultados.
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Hábitos
Con la evaluación, se quería medir los hábitos de conducción de cada uno, pues siempre estuvo la hipótesis de que se podría detectar las primeras fases de la enfermedad, sin necesidad de procedimientos médicos invasivos o costosos.
Al finaliza ese año de evaluación, la mitad de las 139 personas que participaron en el experimento, ya se había indicado que tenían la enfermedad de Alzheimer en fase muy temprana; la otra mitad no la tenía.
Conducción despacio
Los que tenían alzheimer temprano o preclínico, tendían a conducir más despacio, hacer cambios bruscos y viajar menos de noche, por lo tanto, registrar menos kilómetros recorridos.
También, visitaban una menor variedad de destinos cuando conducían, optando por rutas mas limitadas y conocidas. La precisión del experimento fue de un 86 por ciento, por lo que los expertos pudieron diseñar un nuevo método de detección.
