Con un nuevo año, hay muchas experiencias pasadas qué contar y sobre todo, comenzar con nuevas metas, entre ellas, conformar un equipo de trabajo de alto rendimiento laboral.

Trabajar en equipo no siempre es una virtud de todas las personas, pues en este tipo de desempeño laboral se exponen los diferentes temperamentos y las personalidades de cada integrante son únicas, por lo que requiere de un mayor esfuerzo.

Sin embargo, diferentes rubros del mercado competitivo precisan de equipos de trabajos fuertes, potenciales y que sepan trabajar bajo los estatus y obligaciones sugeridas dentro de las delegaciones en la institución.

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Equipo de trabajo de alto rendimiento

Si se hace una comparación con los deportes colectivos, como el fútbol, baloncesto y otros, se puede visualizar que el trabajo en equipo es vital para anotar los goles o canastas que les permitan sumar y por qué no, llevarse la totalidad superior de los puntos que les coloque en el primer lugar.

Así también trabajan las empresas, por lo tanto, se debe apuntar siempre a un equipo de trabajo de alto rendimiento.

Esto implica más que solo reunir un grupo de personas que desborden talento, se debe impulsar y empapar a cada miembro de la visión inspiradora y mantener la motivación y disciplina para alcanzar las metas trazadas.

Para crear un equipo de alto rendimiento laboral, se debe establecer un objetivo colectivo, definir cuál será el propósito de este y qué resultados se esperan en cierto tiempo.

¿Qué aspectos se quieren mejorar en la entidad? ¿Cuáles serán las herramientas para lograrlo? ¿Cuál será el papel de cada integrante? Esas son algunas de las preguntas que son fundamentales y sirven como un punto de partida.

Reclutamiento

Este paso es esencial para lograr el equipo de alto rendimiento, pues se debe evaluar cada integrante y rápidamente cada un debe hacer que su colaboración sea efectiva y siempre estén en la disposición de esforzarse por dar lo mejor. Asimismo, que cada uno comparta los valores de confianza, respeto y apoyo.

Evaluar los aspectos de personalidad y cualidades es una parte esencial en el proceso de reclutamiento, pues tener claro lo que puede aportar cada persona, hará que se conforme un equipo más competitivo y variado, que garantizará un excelente trabajo en las diferentes áreas.

Establecer objetivos

Con un equipo ya organizado y conformado, será momento de establecer los objetivos, exponer los propósitos, delegar las tareas.

Luego, dividir la visión en metas y tareas más pequeñas y manejables para apuntar al objetivo mayor.

Asimismo, establecer plazos de resultados, metas, responsabilidades.

Posteriormente, se deberá mantener una comunicación frecuente, abierta y honesta, con transparencia, a la vez, la retroalimentación y opiniones de cada colaborador serán esenciales para el buen desempeño y por supuesto, para alcanzar los resultados.

Seguimiento y revisión

Con regularidad, se deberá evaluar y dar un seguimiento al desempeño de equipo, y generarse preguntas básicas y necesarias:

¿Cómo lo estamos haciendo? Hasta ahora ¿Qué hemos logrado ? ¿Qué hemos aprendido? ¿Qué es lo que no funciona bien? ¿Cómo podemos mejorar?

Luego de lograr lo establecido, es oportuno celebrar y premiar si es posible, dejando un mensaje de reconocimiento.

Esto ayudará a levantar la moral y a reforzar la motivación del grupo para continuar trabajando duro.

De igual forma, si es posible, se puede encontrar la forma de asegurarse que los reconocimientos sean constantes y seguir renovándose y actualizándose a cada momento que sea oportuno y necesario.

Este es un artículo de la versión impresa de tunota. Lea más noticias relacionadas.