La farmacéutica estadounidense Eli Lilly & Co., una de las más grandes del mundo, comenzará a probar su medicamento de anticuerpos contra el coronavirus (covid-19), en hogares de ancianos, un tratamiento con potencial para proteger a grupos vulnerables que otras vacunas que se desarrollan para erradicar la enfermedad podrían no cubrir.

El tratamiento es denominado BLAZE-2 y se encuentra en la fase 3 de los ensayos clínicos, por lo que comenzará a ser aplicado en unos 2,400 voluntarios de asilos a quienes se les haya diagnosticado covid, o que se encuentren vulnerables a posibles contagios.

Según sus desarrolladores, esta vacuna será un complemento de las vacunas que ya están en su fase final, y que podrían no provocar la respuesta inmune necesaria cuando se administren a personas mayores que presentan sistemas inmunes vulnerables o con enfermedades de base, informó el diario panameño La Prensa

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La compañía estadounidense trabaja en conjunto con la farmacéutica canadiense AbCellera en el desarrollo de BLAZE-2.

¿En qué consiste BLAZE-2?

El tratamiento fabricado por Eli Lilly & Co. y funciona a base de anticuerpos encontrados en la sangre de pacientes de coronavirus que lograron superar la enfermedad y que generaron anticuerpos en su organismo.

Los desarrolladores aseguran que una de estas proteínas en forma de Y, es un anticuerpo natural que será fabricado a mayor escala, y que generará células capaces de erradicar el virus en el organismo humano.

Al igual que los anticuerpos naturales, el anticuerpo debería poder combatir el virus y bloquearlo. Los tratamientos con anticuerpos similares demostraron ser efectivos por ejemplo en el tratamiento de la enfermedad del Ébola, pero el objetivo aquí es prevenir la infección al administrar los medicamentos antes, aseguró la farmacéutica.

En este proceso la inmunidad pasiva jugaría un papel crucial. Las vacunas exponen al cuerpo a una parte del patógeno, lo que lleva a una “inmunidad activa”, el propio cuerpo aprende a fabricar sus propios anticuerpos contra un germen, detallan los investigadores.

Además consideran que los anticuerpos, administrados generalmente por vía intravenosa, pueden permanecer en la sangre durante semanas o incluso meses, lo que ayudaría a generar un mayor tiempo de inmunidad en los pacientes que se recuperen del covid.

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