Uno de los factores sobresalientes de este fenómeno cinematográfico que está haciendo mucho ruido y dando un poco de aire fresco al crecimiento del cine nacional, es que es una narrativa planteada libre y algunas veces incómoda.
Por otro lado, su producción es completamente independiente, proviene de la iniciativa y, en un elevado porcentaje, de los limitados recursos económicos de estos tres directores y productores que han puesto todas sus posibilidades para poder ofrecer a los y las hondureñas un cine de calidad en salas de cine comercial. Esto motiva y deja un precedente fuerte de una de las características del hondureño -Cuando se quiere, se puede-.
A esta iniciativa se han sumado pequeñas empresas e instituciones culturales que desde un inicio han dicho sí y han dado un espaldarazo para que este sueño pudiese llevar rumbo a una positiva conclusión.
Sumado a esto en la etapa de distribución, Televicentro y Emisoras Unidas, mediante una alianza estratégica comercial -sin precedentes- con el cine independiente, ha puesto una plataforma de visualización de esta propuesta artística para que llegue a cada rincón del país e invite a cada hondureña y hondureño a sentir ese amor grande por honduras y valorar, conocer y apoyar las iniciativas, por pequeñas que sean, pero que contribuyen a dar un buena imagen del país y demostrar todo lo que los hondureños podemos ser capaces de hacer.
Darwin Mendoza, Marlon Herrera y Gerardo Reyes han creado una narrativa libre que tiende a seguir una mini antología de relatos sobre lo salvaje que es vivir en una ciudad indómita (principal protagonista de esta propuesta).
Estas historias se entrecruzan desde la perspectiva de la muerte (el segundo protagonista de esta inquietante película) interpretado por el actor José Ángel Castro.
Estas situaciones retratadas en la película, que podemos encontrar en cada ciudad del mundo donde la violencia y los vicios sociales presionan al espíritu humano hasta un límite muy peligroso, están puestas en escena por un magnífico elenco de actrices y actores hondureño de alta gama en el país. Todo el casting y el equipo técnico humano es hondureño, a excepción de Sthephanie Brunot, actriz francesa invitada.
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El estilo de esta producción sigue las pautas del movimiento del cine INDI, que en sus bases propone conocer muy bien las normas y reglas del cine convencional para usarlas, o no, dependiendo de lo experimental que se quiera el producto artístico que se vaya a desarrolla…
Dentro de los representantes más conocidos de este movimiento cinematográfico podemos nombrar a Raúl Ruiz, John Cassavetes, Jim Jarmush, Peter Greenaway, Sofía Coppola entre otros y otras que han luchado por un cine diferente en el centro de una industria que, casi siempre se rige por recetas de realización que solamente entretienen y no despiertan el pensamiento y el debate de los y las espectadoras.
Apoyemos el Arte y el Cine y que quiere romper los esquemas y que nos ofrezca algo diferente en su planteamiento y en su forma.
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