La prediabetes, una condición de salud grave, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), se caracteriza por niveles de azúcar en la sangre más elevados de lo normal, aunque no lo suficientemente altos para ser diagnosticados como diabetes tipo y 1 o 2.

Alarmantemente, más del 80% de las personas con prediabetes desconocen su condición, advierte la misma institución estadounidense.

Este estado prediabético aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes, así como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

La Secretaría de Salud de México define la prediabetes cuando los niveles de glucosa en ayunas oscilan entre 100 y 125 miligramos de azúcar por decilitro (mg/dl).

Por otra parte, valores de glucosa en sangre en ayunas de 126 mg/dl o superiores sugieren diabetes, mientras que el rango normal se ubica entre 70 y 99 mg/dl.

Es crucial destacar que la prediabetes puede pasar desapercibida durante años, ya que frecuentemente no presenta síntomas claros.

Asimismo, subraya la importancia de someterse a pruebas de azúcar en la sangre, especialmente si se presentan factores de riesgo como el sobrepeso, la edad superior a 45 años, antecedentes familiares de diabetes tipo 2, inactividad física, historial de diabetes gestacional o síndrome de ovario poliquístico.

Hábitos de prevención

Los expertos de Mayo Clinic sugieren adoptar hábitos de vida saludables, como una alimentación equilibrada, actividad física regular y mantenimiento de un peso adecuado, ya que estos cambios pueden contribuir a normalizar los niveles de glucosa en sangre.

La Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda realizar ejercicio moderado, como caminar durante 30 minutos al día, cinco días a la semana, como una medida preventiva clave.

Además, MedlinePlus, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, enfatiza en la importancia de seguir un plan de alimentación saludable y bajo en calorías.

Por otra parte, optar por alimentos con bajo índice glucémico es otra estrategia vital.

Este índice clasifica los alimentos según su impacto en los niveles de glucosa en la sangre, con aquellos en el extremo inferior teniendo un efecto mínimo.

Mayo Clinic sugiere incluir en la dieta verduras de hoja verde, la mayoría de las frutas, zanahorias crudas, legumbres como frijoles, garbanzos y lentejas.

Este enfoque alimenticio puede reducir el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas, según los especialistas.

Un patrón de alimentación saludable implica elegir consistentemente opciones nutritivas, como frutas y verduras variadas ricas en vitaminas, minerales y fibra, así como alimentos integrales con alto contenido de nutrientes.

La omisión de comidas, aunque pueda parecer una opción saludable, puede afectar negativamente el control del azúcar en la sangre, advierte la Federación Mexicana de Diabetes.

Planificar las comidas con anticipación y evitar el consumo de tabaco son medidas adicionales recomendadas por expertos y organizaciones de salud para prevenir complicaciones asociadas con la prediabetes.

Estas acciones proactivas pueden marcar la diferencia en la salud a largo plazo y reducir el riesgo de desarrollar diabetes y otras enfermedades crónicas.

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